Tiempos históricos!!!
sin duda que estamos viviendo un tiempo histórico, porque a diferencia del tiempo lineal los tiempos de la historia se nutren de acontecimientos extraordinarios, y si a la actual situación mundial no la podemos calificar como extraordinaria no se nos ocurre otra forma para describirla en su completo dramatismo.
El acontecimiento que nos rodea y su magnitud puso a prueba la imaginación y el asombro de todos, pero también excerbó al extremo la situación de un mundo que no para de acumular contradicciones. Nadie quedó a salvo de un enemigo invisible que desafió la fortaleza de sociedades enteras y las desnudó en sus aciertos y especialmente en sus mezquindades, en sus debilidades más íntimas y en la probabilidad de reconstruirse y reinventarse.
Somos materia moldeable de una nueva realidad que tiene ante si la posibilidad de soñar con cambios profundos y permanentes. Queridos amigos, a pesar del dolor, las pérdidas y la impotencia, estamos ante algo que poca veces se le presenta a las sociedades de una manera tan frontal y brutal, estamos delante de una oportunidad.
Para los que amamos las historia, la geografía, las ciencias sociales en general, el presente nos resulta fascinante, podemos ser testigos del nuevo rumbo y de sus implicancias, y tenemos el privilegio y la obligación de describirlo, retratarlo con crudeza y mensurarlo con la mayor precisión.
En nuestro Instituto, en esta humilde organización de amigos, fanáticos y soñadores seguimos trabajando con el entusiasmo de siempre, nos comprometimos en rescatar y reconstruir la historia y la cultura matancera y lo estamos haciendo.
Hace ya tiempo que entendimos que la historia local, patrimonial, oral y escrita es una alternativa necesaria. No única, ni hegemónica, pero absolutamente válida en el momento que las construcciones teóricas complejas no pueden explicar de que manera los acontecimientos afectan a los sectores populares, cuándo la academia se cae frente a la necesidad extrema de una barriada o cuando la voz de las bases expresa lo más profundo de un mundo cambiante y amenazado.
Y tenemos planes para el futuro inmediato, para cuando el cielo despeje, y así los expresamos en nuestro primer encuentro virtual, en dónde la tecnología nos acercó y la nostalgia de las reuniones con mates afloró en cada comentario.
Charlamos, nos reímos, nos sentimos mejor y planificamos como si nada ocurriera, y alguien dijo por allí que era un oasis en el medio de la vorágine de los tiempos nuevos. Y así surgieron ideas, contactos y compromisos y se los vamos a ir contando a medida que les demos formas.
En principio acordamos que vamos a repetir la experiencia y que para la próxima ampliaremos la convocatoria a un público mayor y que lo haremos por barrios y los vecinos serán invitados a participar.
Pero ya les contaremos, hoy solo queremos decir que el INSTITUTO DEL PATRIMONIO HISTÓRICO Y CULTURAL DE LA MATANZA sigue trabajando y soñando.......
Sergio Laurenza
sin duda que estamos viviendo un tiempo histórico, porque a diferencia del tiempo lineal los tiempos de la historia se nutren de acontecimientos extraordinarios, y si a la actual situación mundial no la podemos calificar como extraordinaria no se nos ocurre otra forma para describirla en su completo dramatismo.
El acontecimiento que nos rodea y su magnitud puso a prueba la imaginación y el asombro de todos, pero también excerbó al extremo la situación de un mundo que no para de acumular contradicciones. Nadie quedó a salvo de un enemigo invisible que desafió la fortaleza de sociedades enteras y las desnudó en sus aciertos y especialmente en sus mezquindades, en sus debilidades más íntimas y en la probabilidad de reconstruirse y reinventarse.
Somos materia moldeable de una nueva realidad que tiene ante si la posibilidad de soñar con cambios profundos y permanentes. Queridos amigos, a pesar del dolor, las pérdidas y la impotencia, estamos ante algo que poca veces se le presenta a las sociedades de una manera tan frontal y brutal, estamos delante de una oportunidad.
Para los que amamos las historia, la geografía, las ciencias sociales en general, el presente nos resulta fascinante, podemos ser testigos del nuevo rumbo y de sus implicancias, y tenemos el privilegio y la obligación de describirlo, retratarlo con crudeza y mensurarlo con la mayor precisión.
En nuestro Instituto, en esta humilde organización de amigos, fanáticos y soñadores seguimos trabajando con el entusiasmo de siempre, nos comprometimos en rescatar y reconstruir la historia y la cultura matancera y lo estamos haciendo.
Hace ya tiempo que entendimos que la historia local, patrimonial, oral y escrita es una alternativa necesaria. No única, ni hegemónica, pero absolutamente válida en el momento que las construcciones teóricas complejas no pueden explicar de que manera los acontecimientos afectan a los sectores populares, cuándo la academia se cae frente a la necesidad extrema de una barriada o cuando la voz de las bases expresa lo más profundo de un mundo cambiante y amenazado.
Y tenemos planes para el futuro inmediato, para cuando el cielo despeje, y así los expresamos en nuestro primer encuentro virtual, en dónde la tecnología nos acercó y la nostalgia de las reuniones con mates afloró en cada comentario.
Charlamos, nos reímos, nos sentimos mejor y planificamos como si nada ocurriera, y alguien dijo por allí que era un oasis en el medio de la vorágine de los tiempos nuevos. Y así surgieron ideas, contactos y compromisos y se los vamos a ir contando a medida que les demos formas.
En principio acordamos que vamos a repetir la experiencia y que para la próxima ampliaremos la convocatoria a un público mayor y que lo haremos por barrios y los vecinos serán invitados a participar.
Pero ya les contaremos, hoy solo queremos decir que el INSTITUTO DEL PATRIMONIO HISTÓRICO Y CULTURAL DE LA MATANZA sigue trabajando y soñando.......
Sergio Laurenza
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