por Leonardo Racedo. La celebración del Día de San Juan, San Pedro y San Pablo gozaba de mucha popularidad en nuestro país hasta poco más de la primera mitad del siglo XX. Basta con recordar que hasta la década de 1950, cada 29 de junio era feriado nacional, y era entonces que por las noches familias enteras se congregaban alrededor de grandes fogatas que los mismos vecinos armaban durante esta festividad pagano-religiosa. Fogatas de San pedro y San Pablo La celebración se realizaba para recordaba a San Pedro, el primer pontífice, y a San Pablo, el gran apóstol de los Gentiles a las que se le sumaba San Juan por su nacimiento un 24 de junio. Sobre los dos primeros, Alejandro Pomar en su libro: “La fogata de San Pedro y San Pablo” nos comenta: “Ambos santos fueron ejecutados el mismo año 67, por orden de Nerón, y aunque Pedro fue crucificado y Pablo decapitado, la tradici
(IPAHC-La Matanza)